Existen muchas técnicas para rejuvenecer el aspecto de nuestro rostro. Una de las más novedosas es el lipofilling pero, ¿Sabemos en qué consiste este método de rejuvenecimiento facial?
El lipofilling es una técnica quirúrgica en la que se extrae materia grasa sobrante del cuerpo de una persona con la intención de que sirva para rellenar otras zonas, de manera natural. En el caso del rostro se suele emplear para realizar infiltraciones en los pómulos, los surcos nasogenianos y la mandíbula. Acciones con las que se consigue restaurar el óvalo facial que asociamos a los aspectos juveniles.
Para conseguir el rejuvenecimiento facial con la técnica del lipofilling es necesario acudir a una clínica de cirugía estética especializada en este tipo de intervenciones, como ocurre en la que dirige el doctor Gustavo Sordo en Madrid. Se trata de un sistema complejo que requiere gran destreza y una formación específica, como la que el referido médico recibió del doctor Marco Gasparotti en Roma.
Lipofilling facial paso a paso
Para realizar un lipofilling facial se siguen los siguientes pasos:
- Estudio del cuerpo de la persona localizando las zonas en las que es posible obtener las mejores células grasas.
- Se extraen las células con unas microcánulas que apenas dejan cicatrices en el cuerpo del paciente.
- Se centrifugan, depuran y preparan las células grasas, dejándolas listas para su transferencia al rostro del paciente.
- Se inyectan las células grasas preparadas en aquellas zonas del rostro sobre las que se quiere actuar. Para ello se emplean microcánulas atraumáticas que no dejan cicatrices en el cuerpo de la persona y que permite generan vectores de tracción en la piel del paciente, pudiendo definir mejor las zonas tratadas.
Hay ocasiones en las que, además, esta técnica se lleva a cabo asociada a un lifting facial.
Para todo el proceso de lipofilling suele emplearse anestesia general para mayor seguridad y comodidad del paciente.
Ventajas del rejuvenecimiento facial con lipofilling
El lipofilling facial es un tratamiento con el que tiene se obtienen unos excelentes resultados, sobre todo porque no deja cicatrices en el cuerpo del paciente.
Además, se trata de una intervención que ofrece más garantías que otros tratamientos. Esto es posible porque al injertar tejido del propio paciente, no suele haber rechazo ni reacciones alérgicas. Lo que, además, conlleva que sus efectos se prolonguen más en el tiempo.
Sus resultados son excelentes, se aprecian rápidamente y mejoran durante todo el postoperatorio.
Esta misma técnica se emplea, además, para remodelar otras partes del cuerpo. De hecho, en la actualidad es un sistema al que recurren para aumentar el pecho, los glúteos, corregir problemas de piel (radioterapia), etc.
Así pues, si notas que tu rostro pierde su vigor, se atrofia o tiene zonas con flacidez, lo mejor que puedes hacer es acudir a la consulta del doctor Gustavo Sordo y solicitar una cita. Tu aspecto será mucho más joven, armonioso, vital y atractivo en unos pocos meses.
