La principal característica de este postoperatorio es que la intervención no requiere el uso de drenajes o vendajes.
El proceso postoperatorio de una mastopexia comienza cuando la paciente ha abandonado el quirófano y se despierta de la anestesia general. Tras unas horas en el hospital, si todo está correctamente, podrá abandonar la clínica, de manera que no será necesario (salvo excepciones) ingresar la noche entera.
La paciente llevará solamente un sujetador deportivo y no será preciso llevar vendajes. Para hacer frente a las molestias derivadas de la operación, la paciente recibe una receta con las indicaciones sobre medicamentos y antibióticos que se recomiendan ingerir. También se le entregará el número de teléfono operativo 24 horas al día para posibles urgencias.
A medida que pasen los días se observará que la inflamación baja y se va naturalizando el pecho, de manera que, en un plazo de un mes habrá desaparecido la mayor parte de la inflamación.
Por otra parte, hay que destacar que con el paso del tiempo la cicatriz irá madurando y pasará por una fase de enrojecimiento que se irá blanqueando. Por lo general, se habrá blanqueado en su totalidad a los 12 meses. La paciente recibirá un seguimiento y tratamiento personalizado de sus cicatrices en consulta por parte del doctor para poder obtener la mejor cicatriz posible. Se emplearán determinados productos y técnicas en cada momento para conseguir este objetivo tan importante.