El lóbulo de la oreja rasgado es un problema común que afecta tanto la estética como la funcionalidad de la oreja. Puede ocurrir parcial o completamente, generando incomodidad al usar pendientes y afectando la confianza de las personas en su apariencia. Este artículo explica en detalle qué es el lóbulo de la oreja rasgado, sus causas, cómo corregirlo con cirugía y qué esperar durante el proceso de recuperación.
¿Qué es un lóbulo de la oreja rasgado?
El lóbulo de la oreja rasgado se refiere a la división o ampliación anormal del tejido del lóbulo. Esto ocurre cuando el agujero creado para los pendientes se expande más allá de su tamaño normal o cuando el lóbulo se desgarra completamente. Dependiendo de la gravedad, este problema puede clasificarse en dos tipos principales:
- Lóbulo rasgado totalmente: El lóbulo está dividido en dos. Suele ser debido al peso de los pendientes junto con el envejecimiento de la oreja o en ocasiones a algún tirón o traumatismo que ha generado que el lóbulo se haya rasgado hasta abajo.
- Lóbulo rasgado parcialmente: El lóbulo está dividido parcialmente. En estos casos nos encontramos con un agujero muy amplio que dificulta llevar pendientes.
Causas del lóbulo de la oreja rasgado
Existen varios factores que pueden contribuir al desarrollo de un lóbulo rasgado:
- Pendientes pesados:
- El peso constante de los pendientes puede estirar el lóbulo y debilitarlo con el tiempo.
- Traumatismos:
- Accidentes o tirones bruscos en los pendientes pueden desgarrar el lóbulo de forma parcial o completa.
- Envejecimiento:
- Con el paso de los años, la piel y el tejido del lóbulo pierden elasticidad y se vuelven más propensos a rasgarse.
- Piercings mal hechos:
- Un agujero mal posicionado o demasiado grande puede predisponer al desgarro del lóbulo.
- Factores anatómicos:
- Personas con lóbulos más delgados o débiles tienen mayor probabilidad de sufrir un rasgado.
Cómo se corrige el lóbulo de la oreja rasgado con cirugía estética:
Cuando el rasgado del lóbulo es parcial podremos corregirlo cerrando el agujero sin necesidad de hacer una incisión hasta el final del lóbulo. Esta solución se contempla en los casos en los que el lóbulo está rasgado parcialmente y de manera moderada o leve.
En los lóbulos rasgados totalmente y en los que estén rasgados parcialmente pero prácticamente totales, es decir, que el agujero sea tan grande que sólo quede un colgajo de piel libre, deben corregirse de delante hacia atrás, cerrando el agujero completamente con puntos de sutura y eliminando una cuña de lóbulo, es decir, un triángulo de lóbulo que se cierra con puntos de sutura por delante y detrás, incluyendo el borde libre.
Técnica correcta
Como podemos observar de la explicación que acabamos de dar, para cerrar los lóbulos rasgados, ya sean parcial o totalmente, no es suficiente con dar puntos de sutura en el lóbulo, sino que tenemos que cruentar y quitar piel de las paredes del túnel que tenemos en el lóbulo, ya que éstas han epitelizado y no pegan si simplemente damos puntos de sutura. Por lo tanto, tenemos que eliminar la piel que hay en el túnel por el que pasa el pendiente para después suturarlo con puntos de sutura por la parte anterior y posterior del lóbulo para que éste cierre.
Todo este proceso hay que hacerlo en quirófano con un poco de anestesia local y medios estériles, ya que se requiere la eliminación de la piel del túnel para posteriormente dar los puntos de sutura.
El Dr. Sordo, cirujano plástico en Madrid realiza la corrección del lóbulo rasgado con cirugía estética en el Hospital Moncloa, donde cuenta con las instalaciones adecuadas para esta intervención.
Resumiendo, aunque la corrección del lóbulo rasgado no es una cirugía complicada requiere la eliminación de la piel que ha crecido o epitelizado en el túnel por el que pasa el pendiente, en el caso del lóbulo rasgado parcial o que se elimine la piel del lóbulo en el surco que va desde el agujero original hasta el borde del lóbulo, en el caso de que éste esté rasgado completamente.
Una vez eliminada la piel y cruentados los bordes del antiguo túnel, lo cerraremos completamente con puntos de sutura. El túnel deberá permanecer cerrado durante un mes. Una vez concluida la cicatrización podremos volver a colocar unos pendientes si así lo desea el paciente. No podremos colocar los pendientes nada más cerrar el lóbulo porque se rasgaría de nuevo.
Sólo siguiendo estas indicaciones podremos corregir adecuadamente el lóbulo de la oreja rasgado.
Existen otros problemas en las orejas que nada tienen que ver con el lóbulo rasgado, como son las orejas de soplillo, que se solucionan con cirugía plástica. Para cualquier duda si estás buscando una otoplastia en Madrid, contáctanos a nuestra clínica de cirugía estética en Madrid. Aquí puedes ver diferentes casos del antes y después de una otoplastia.
Conclusión
La corrección del lóbulo rasgado es un procedimiento rápido y efectivo que devuelve la funcionalidad y estética a las orejas. Aunque puede parecer un problema menor, tiene un impacto significativo en la confianza y comodidad de quienes lo padecen.
