Mediante la rinoplastia ultrasónica cambiamos la punta de la nariz sin debilitar su estructura para que el resultado sea duradero, funcionalmente compatible con una ventilación mucho mejor y estable en el tiempo. Para ello utilizaremos injertos de cartílagos generalmente tomados del propio paciente, en concreto del tabique nasal. De esta forma arreglaremos la función de la respiración, además de las posibles desviaciones nasales. Así pues, con los injertos y las suturas, iremos modificando la punta de la nariz hasta obtener la forma deseada.

Generalmente cuando hay que hacer un trabajo en la punta de la nariz, recomendamos una rinoseptoplastia abierta estructural con tecnología ultrasónica. En este tipo de cirugía estética, el cirujano plástico, con un mínimo abordaje, con una cicatriz menor de 1cm en la parte de la columella nasal, podrá tener una visión directa de la estructura cartilaginosa de la nariz, hacer mediciones y de esta manera modificar mediante visión directa la zona que está interviniendo.

Todas estas modificaciones las haremos buscando la simetría máxima y eliminado las imperfecciones. Normalmente en estas maniobras se colocará un poste columelar, un injerto que se coloca entre los cartílagos alares de la nariz y que conferirá firmeza y sujeción a las puntas que están caídas y carecen de soporte.

Otra de las maniobras más frecuentes cuando estamos remodelando la punta de la nariz es la retirada de la parte cefálica superior de los cartílagos alares para afinar la punta, que normalmente es demasiado ancha.

Del mismo modo colocaremos suturas en las cúpulas de los alares, para afinar el ángulo de los mismos, y suturas de simetría entre las propias cúpulas, que se llaman suturas interdomales, para simetrizar al máximo la altura de las dos cúpulas nasales.

Otra maniobra no tan frecuente, pero que realizamos en rinoplastias más complejas, es colocar injertos en los bordes de las alas para generar que la transición de la luz desde la punta de la nariz hacia los laterales no sea brusca, sino que sea suave y se vaya difuminando poco a poco hacia los laterales, de sombreado, de manera que consigamos una triangulación de la punta nasal más suave.