La diferencia fundamental entre la rinoplastia abierta y la cerrada se basa en la forma de acceder al interior de la nariz. Mientras que en la rinoplastia abierta se realiza un pequeña incisión en la base de la nariz para poder levantar la piel; en la rinoplastia cerrada, la cirugía se realiza desde dentro de la nariz, a través de las fosas nasales, sin que el cirujano plástico tenga una visión directa de la zona intervenida.
En cirugía estética entendemos que a la hora de hacer una rinoplastia es mejor realizar todas las maniobras que sean necesarias para conseguir una función nasal óptima y resolver al mismo tiempo todas las cuestiones estéticas que desee corregir el paciente. Por tanto, recomendaremos que la rinoplastia sea abierta, ya que permite al cirujano plástico visualizar directamente todos los tejidos y poder de esta manera modificar la nariz de una manera más precisa.
Rinoplastia abierta: en qué casos conviene
Cuando tenemos que hacer un trabajo en la punta de la nariz suele ser más ventajosa la rinoplastia abierta, ya que nos permite medir con un calibre milimetrado, simetrizar, igualar… en definitiva, ser mucho más precisos a la hora de modificar la punta nasal, debido a que se maneja mejor de manera abierta.
Cuando existe la necesidad de quitar un caballete muy grande normalmente es mejor realizar una rinoplastia abierta. Con este tipo de cirugía de nariz, además de permitirnos ser más precisos, podremos colocar injertos espaciadores en el dorso de la nariz para evitar las secuelas estéticas de haber quitado un gran caballete, como por ejemplo la deformidad en “V” invertida, que es bastante típica si se retira un caballete y no se colocan los injertos espaciadores.
Rinoplastia cerrada: en qué casos conviene
La rinoplastia cerrada, desde nuestro punto de vista, se utiliza para casos en los que solo haya que rebajar un dorso de una manera discreta, sin ser un gran caballete, y para rinoplastias que no necesiten un manejo muy complejo de la punta.
Por lo tanto, la rinoplastia cerrada o endonasal la reservamos para casos sencillos en los que solamente haya que rebajar el caballete un poco y estrechar la nariz. Es decir, casos que no requieran un trabajo en la punta nasal excesivamente complejo. Del mismo modo, reservaremos la rinoplastia cerrada para hacer pequeños retoques o refinamientos de rinoplastias previas abiertas, que requieran algún pequeño retoque para mejorar alguna pequeña imperfección o irregularidad que haya quedado de la primera intervención. Una situación infrecuente que puede darse en casos excepcionales, por ejemplo en rinoplastias complejas que requieren muchas modificaciones.
Conclusiones: ¿rinoplastia abierta o rinoplastia cerrada?
Por lo tanto, a la pregunta de ¿Qué tipo de operación de nariz me conviene? Será el cirujano plástico el que responda después de realizar un estudio previo del paciente, analizando las necesidades del mismo. Una vez realizado dicho estudio se explicará al paciente cómo se va a realizar la rinoplastia y qué técnica se va a utilizar. En nuestra clínica utilizamos la tecnología más avanzada para realizar rinoplastias, la “rinoplastia ultrasónica”. La única que sustituye el escoplo y el martillo por el bisturí piezoeléctrico. Una herramienta que nos permite modelar con la máxima precisión disminuyendo la inflamación y los moratones del postoperatorio.
Si quieres saber qué tipo de rinoplastia es la más adecuada para resolver un problema estético o funcional de nariz, contacta con el cirujano plástico, estético y reparador. Él se encargará personalmente de realizar un estudio de tu caso y responder si es más acertada la rinoplastia abierta o cerrada.
