Nuestro abordaje del problema fue colocar un implante mamario anatómico a medida del paciente (en este caso de 295cc), con nuestra técnica 24h recovery, bajo el pectoral y NO ACTUAR EN LA AREOLA.
No quisimos actuar en la areola por varios motivos:
1) Existen evidencias científicas que demuestran que el abordaje periareolar, al atravesar los conductos de la mama (galactóforos), presenta unas tasas de infección y contractura capsular superiores al abordaje por el surco submamario de la mama. Procuramos no tocar la glándula mamaria del paciente a menos que sea 100% necesario.
2) Sabemos que el implante anatómico va a ir adaptando la mama a su forma especial y que poco a poco se va a producir una “normalización” de los volúmenes y forma del pecho tuberoso, incluyendo la areola protruyente.
Para ello mostramos imágenes del antes y del después, pero más importante: del postoperatorio al mes, y del postoperatorio a los 12 meses, para poder comparar cómo está la paciente tras un mes y cómo tras doce meses la prótesis anatómica ha ido modificando la mama y mejorando todos aquellos aspectos que queríamos, sin cicatrices ni intervenciones en la areola.
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