Lifting Brasileño: Antes y después

Las mujeres con curvas son más sanas

Publicado el 13 de julio de 2014

El poder de la lipoescultura y el lipofilling

El canon estético puede variar significativamente entre las diversas culturas, de modo que lo que se entiende como bello en un rostro japonés puede diferir ampliamente de lo aceptado como más agradable o estético en un rostro español.

Sin embargo, existe un consenso prácticamente universal en considerar más atractivas a las mujeres con curvas, de modo que la cintura sea más delgada y dibuje una curva hacia las caderas cuyo ancho sea mayor.

Las investigaciones llevadas a cabo por el antropólogo Devendra Singh de la Texas University vienen a confirmar que este aspecto estético del cuerpo de la mujer se aprecia como más bello en prácticamente todas las culturas (exceptuando esquimales y algunos pueblos aborígenes de Ecuador) y desarrolla la “proporción cintura-cadera”. En esta proporción, el diámetro de la cintura dividido por el de la cadera arroja una determinada cifra que, si es cercana a 0,70, sabemos que será estéticamente más apreciada. A partir de esa cifra, el volumen y fundamentalmente la forma de los glúteos puede variar entre las diversas culturas de modo que lo que se demanda por parte de los pacientes va variando según los caracteres raciales y culturales, si bien siempre gravitando en torno a la cifra de 0,70.

Lifting Brasileño: Antes y después

Izquierda: Proporción de cintura/cadera de 0,82. Derecha: Corrección mediante lipoescultura. Proporción cintura/cadera 0,68. (Fuente: Tom Roberts. Clin Plastic Surg 33 (2006) 371-394).

Profundizando aún más en la cuestión, las asociaciones estadísticas realizadas por los antropólogos sugieren que las mujeres con proporción cintura-cadera cercana a 0,70, podrían:

  1. Tener ciclos menstruales más regulares
  2. Menor incidencia de síndrome de ovario poliquístico
  3. Ser más fértiles
  4. Menor nivel de triglicéridos (grasas) en sangre
  5. Menor riesgo de diabetes
  6. Menor incidencia de enfermedad renal
  7. Menor incidencia de cáncer de mama, endometrio y ovario
  8. Menor incidencia de hipertensión
  9. Menor incidencia de enfermedades cardiacas
  10. Menor incidencia de depresión y ansiedad

No soy partidario de “medir la belleza” y aplicar el mismo patrón a todos los pacientes. Creo que se debe personalizar y adaptar cada intervención estética a las necesidades de cada mujer, a sus deseos, posibilidades y características anatómicas. Sin embargo, me parece muy interesante que sea universal la apreciación de lo bello en esa parte del cuerpo de la mujer, que no varíe el canon entre culturas prácticamente en todo el mundo. Puede ser que efectivamente sea un sinónimo de salud y que de manera inconsciente apreciemos ese patrón anatómico y nos parezca más atractivo.

Consideraciones aparte,  no podemos obviar las inmensas posibilidades que ofrece a día de hoy la cirugía del tejido graso. Creo que es la parcela de la cirugía estética que más ha avanzado y que más innovación ha supuesto para nosotros los cirujanos plásticos. Efectivamente, en unos años, hemos pasado de ver el tejido graso como algo que podía extraerse (liposucción) a considerarlo una excelente herramienta capaz de aportar donde queramos volumen, forma, y posibilidades regeneradoras de piel y tejidos lesionados (células madre pluripotenciales). Personalmente puedo decir que la demanda de este tipo de procedimientos (lipotransferencia, lipofilling, o lipoescultura) es cada vez mayor y los resultados cada vez más satisfactorios.

Sin duda ya es el presente, y será el futuro. Las posibilidades parecen infinitas hoy día.