Futuro de la rinoplastia

El futuro de la rinoplastia: la rinoplastia ultrasónica

Publicado el 17 de abril de 2018

¿Cómo ha evolucionado la rinoplastia a lo largo de tiempo? ¿Cuál es el futuro de la rinoplastia?

La incorporación de maquinaria sofisticada es fundamental no solo en traumatología, otorrinolaringología, neurología y otras especialidades quirúrgicas, también lo es en el ámbito de la rinoplastia.

Los traumatólogos, otorrinos y cirujanos incorporaron motores, microtaladros, microtornillos, placas metálicas y demás instrumentación para trabajar sobre el esqueleto que les permitieron mejorar el grado de precisión quirúrgica con el que se trabajaba y abandonar instrumentos manuales o no asistidos por la tecnología.

Imaginemos que en pleno 2018 un traumatólogo hiciera las perforaciones que necesita en el esqueleto para colocar sus tornillos en una operación de una fractura, utilizando un berbiquí como se utilizaba en el siglo XIX. Si trasladamos este ejemplo a la parte del esqueleto óseo de la nariz, tendríamos una situación similar. Es decir, creemos que la utilización de un escoplo y un martillo a la hora de trabajar el hueso nasal es algo obsoleto actualmente. A día de hoy existe maquinaria o aparatología a disposición del cirujano que puede mejorar muchísimo la manera en que se trabaja esta parte tan importante de la rinoplastia.

Históricamente los cirujanos plásticos aprendieron a realizar rinoplastias cerradas, en las que se eliminaba fundamentalmente tejido vía endonasal en lo que ahora se llaman rinoplastias de reducción o técnicas reductivas. Estas técnicas pronto mostraron que en muchas ocasiones eran insuficientes para algún tipo de pacientes, ya que el cirujano se limitaba a retirar tejido y no reconstruía la anatomía posteriormente.

Durante los años 90, a raíz de la falta de perfeccionamiento de la práctica anteriormente descrita, se desarrollaron técnicas de rinoplastia abierta que son las que utilizamos en la clínica del Dr. Sordo, aportando técnicas de reconstrucción después de la retirada de volumen o de estructura nasal. Esta necesidad de reconstrucción supuso lo que conocemos como rinoplastia o rinoseptoplastia estructural. Es decir, cuando el cirujano plástico modifica la estructura de la nariz se ocupa de reconstruir posteriormente la anatomía que ha modificado mediante injertos y suturas, para dar un soporte mucho más estable en el tiempo al armazón cartilaginoso y óseo, ya que la piel se va a contraer sobre la nariz, poniendo de manifiesto todo aquello que hayamos modificado en el quirófano.

Por lo tanto, las modificaciones de la estructura del armazón cartilaginoso deben ir acompañadas de una reconstrucción mediante injertos y suturas.

La rinoplastia había dado en este momento un salto importante pasando de realizarse de forma cerrada a forma abierta. Sin embargo, frenó su desarrollo dejando al margen la parte del esqueleto que se modificaba mediante escoplo y martillo. Es decir, a la hora de estrechar el esqueleto y retirar un caballete de hueso, los cirujanos seguían utilizando las mismas técnicas que se utilizaban en épocas anteriores. Esta parte de la rinoseptoplastia que ya se hacía de manera estructural, quedaba sin resolver.

Hacia el año 2015 se incorpora al armamentario quirúrgico del cirujano de rinoplastia un instrumental que se conoce como “bisturí piezoeléctrico o ultrasónico” que procede de la cirugía maxilofacial y la odontología. Este bisturí es una máquina que permite trabajar el esqueleto óseo sin lesionar las partes blandas adyacentes al mismo. Es decir, permite moldear el hueso bajo visión directa y respetando absolutamente la mucosa, vasos sanguíneos y las estructuras anatómicas delicadas que rodean al esqueleto de la nariz.

Esta tecnología nos permite quitar un caballete de hueso, estrechar el esqueleto de la nariz, pulir los defectos que se generen a la hora de retirar hueso, evitar que se produzcan fracturas incontroladas a base de golpes con el martillo y el escoplo, etc.

Como consecuencia del aumento de la precisión quirúrgica, la parte de hueso de la rinoseptoplastia estructural ha mejorado sustancialmente, en tanto en cuanto el control por parte del cirujano es mucho mayor. Además, ha favorecido la recuperación del paciente, que se realiza ahora de manera mucho más rápida, evitando la aparición de moratones y la inflamación prolongada durante mucho tiempo y ciertas secuelas ocasionadas por haber realizado la modelación de la parte esquelética a ciegas, con martillazos y sin tener un control directo sobre lo que estaba sucediendo, que es como se hacía anteriormente.

Podemos concluir diciendo que el bisturí piezoeléctrico o ultrasónico completa el desarrollo técnico de la rinoplastia en el mundo de la cirugía plástica aportando control, precisión y capacidad de moldear el esqueleto en lo que se denominan técnicas de rinoescultura ultrasónica.

Nuestra clínica de Madrid es una de las primeras clínicas de España en incorporar esta tecnología con la que estamos obteniendo resultados excelentes. Podemos afirmar que el nivel de satisfacción de nuestros clientes ha aumentado, al igual que el grado de precisión de los resultados obtenidos con la rinoplastia ultrasónica.

Para más información sobre la técnica de rinoplastia estructural contacta con el cirujano plástico, estético y reparador Dr. Sordo.