Cuidados básicos de la piel

Cuidados básicos de la piel después del verano

Publicado el 25 de septiembre de 2018

La acción del sol durante los días de verano deja huella en la piel de nuestro rostro. ¿Qué podemos hacer para que nuestra piel recupere la luminosidad perdida por los excesos del sol? ¡Toma nota de los cuidados básicos de la piel después del verano!

¿Efectos del verano en la piel?

Durante el verano estamos más expuestos a los rayos de sol. Para obtener únicamente los efectos beneficiosos del sol debemos utilizar una protección adecuada, realizar una exposición gradual a los rayos de sol y aplicar crema hidratante después de dicha exposición. Solo de esta manera conseguiremos un bronceado perfecto. Sin embargo, si nos saltamos alguno de estos pasos el sol producirá daños en nuestra piel que afectan sobre todo a las capas más superficiales. Los efectos nocivos del sol sobre nuestra piel suelen producir:

  • Deshidratación.
  • Pérdida de luminosidad.
  • Aparición de manchas y lunares.
  • Aparición de arrugas.
  • Brotes de acné.

¿Cuáles son los cuidados básicos para reparar nuestra piel después del verano? 

  1. Limpieza y exfoliación, dos pasos imprescindibles.

Para cuidar la salud de nuestra piel es fundamental la limpieza y exfoliación. De esta manera eliminamos las impurezas y células muertas, a la vez que preparamos nuestra piel para recibir los tratamientos necesarios. No solo debemos limpiar la piel en verano. Es imprescindible incluir en nuestra rutina diaria de belleza la limpieza de la piel nada más levantarnos y antes de acostarnos. Además, para recuperar la luminosidad y suavidad de la piel, realizaremos una exfoliación a la semana.

  1. Hidratación.

Una vez que tengamos la piel limpia, para lucir un cutis radiante debemos realizar una hidratación en profundidad. Una buena hidratación diaria te permitirá prolongar el bronceado del verano y recuperar la elasticidad perdida. Para la correcta hidratación utiliza cremas hidratantes y aceites naturales adecuados a tu tipo de piel. Además es fundamental beber abundante agua para conseguir una hidratación de la piel desde el interior de nuestro organismo.

  1. Nutrición en profundidad.

A veces una simple hidratación no es suficiente para reparar los daños sufridos por el sol. Para realizar una reparación en profundidad nos ayudaremos de las mascarillas que nutrirán en profundidad la piel de nuestro rostro.

  1. Cuidado de las manchas y lunares.

Según vayan pasando los días las células que tienen un alto contenido en melanina irán desapareciendo. Cuando ello ocurra, es posible que se vean las manchas que hayan podido salir como consecuencia del sol. Para tratar las manchas solares acude a tu dermatólogo, solo él podrá recetarte la crema despigmentante adecuada para tu tipo de piel. Además es un buen momento para que te realice una revisión de los lunares de tu piel.

  1. Protección solar.

Aplicando protección solar a diario conseguiremos protegernos de los rayos ultravioletas del sol y sus efectos nocivos. Recuerda que la protección solar se debe aplicar los 365 días del año, especialmente en las zonas más expuestas: escote, cara y manos.

  1. Alimentación.

Una alimentación variada rica en vitaminas y minerales será la clave para cuidar la salud de tu piel desde dentro.

 

Estos son los cuidados básicos que debemos realizar para recuperar la elasticidad y luminosidad de nuestra piel después del verano. Pese a ello, el envejecimiento de la piel es un proceso celular que se produce por varios factores y no siempre podemos corregirlo con tratamientos estéticos. Cuando se produce descolgamiento y las arrugas de la piel son profundas, podemos valorar soluciones de cirugía plástica como el lifting cervicofacial. El lifting cervicofacial no solo elimina las arrugas sino que restituye la anatomía facial y coloca los tejidos en su lugar original. Si quieres más información sobre esta técnica no dudes en contactarnos.

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