Presentamos este caso de aumento de mamas que podría ser representativo de lo que es una buena indicación para utilizar prótesis redondas.
Como se puede ver en las imágenes, el pecho de la paciente antes de la cirugía es un pecho desarrollado, con bastante cantidad de mama sobre todo en la parte inferior (fíjate en la cantidad de pecho que hay desde la areola-pezón hasta el surco submamario: casi toda la glándula de la paciente está ahí). La parte superior está más vacía, lo que fue uno de los motivos de la paciente para decidirse a compensar ese reparto de volumen.
Por otra parte es una paciente que no está demasiado delgada (digamos que está en su peso normal). En estos casos el tipo de implante que escojamos se va a notar menos en la parte superior (está cubierto por más piel, músculo, etc.). Estamos a salvo de producir esa redondez abrupta y antinatural que se observa en la parte superior con prótesis redondas en pacientes delgadas.
Después de las explicaciones pertinentes en consulta, de valorar todas las opciones, y de analizar el resultado que se obtendría tanto con prótesis redondas, con prótesis anatómicas, utilizando una incisión por la areola, o bien haciéndolo por el surco submamario, la paciente en conjunto con nosotros se decidió por un implante redondo vía surco.
Desde nuestro punto de vista es una buena elección ya que así compensamos la distribución de volumen de la que parte la paciente, añadiendo más en la parte superior con la redonda que lo que añadiría una prótesis anatómica.
Una vez más observamos que la parte fundamental del aumento de mamas es el diseño del mismo: emplear el tiempo necesario en consulta para el análisis y el estudio de las diferentes posibilidades que hay, conocer bien qué es lo que quiere el paciente para poder realizar exactamente lo que nos pide y conseguir así un resultado satisfactorio.
