Evolución de un pecho con mamas tuberosas tra operarse: antes, un mes y 12 meses

Mama tuberosa: ventajas de los implantes anatómicos en un aumento de senos

Publicado el 10 de diciembre de 2018

¿Qué es la mama tuberosa?

La mama tuberosa es un trastorno congénito del desarrollo del pecho en el que la mayor parte del tejido se queda concentrado bajo la areola y este no se desarrolla correctamente en el resto de la mama. En ocasiones se acompaña de descolgamiento del pecho y areolas de gran tamaño.

¿Cuándo aparece la mama tuberosa?

Esta dolencia suele aparecer durante la pubertad, momento en el que se produce el desarrollo sexual de las mujeres y cuando se observan las consecuencias de este hecho en el cuerpo de quienes la padecen.

La forma en que se manifiesta la mama tuberosa (que puede afectar a un pecho o a ambos) es relativa. Así, por ejemplo, podemos encontrar que provoca grandes mamas aunque lo habitual es que alcancen un tamaño menor del que corresponde. Además, los pechos de estas mujeres presentan las siguientes características:

  • Areolas grandes.
  • Herniación de la glándula a través de la areola.
  • Surco bajo la mama alto y estrecho.

 

De esta manera, el aspecto que suelen presentar las mamas afectadas por esta dolencia es de pechos demasiado separados, que presentan una forma tubular, un pezón de gran diámetro y una inclinación excesiva para su poco volumen.

Mama tuberosa: cómo se corrige

Las mamas tuberosas pueden corregirse con cirugía. Para ello, lo primero que hay que hacer es un diagnóstico de la paciente. Esto es muy importante, pues no todas las mamas tuberosas son iguales. Existe una clasificación internacional conocida con el nombre de su autor, Grolleau, que divide la mama en cuatro cuadrantes y determina tres grados diferentes de deformidad. Dependiendo del estadio en que se encuentre la paciente, la solución será distinta aunque siempre pasando por una intervención quirúrgica.

Si el grado de mama tuberosa es leve puede corregirse con un implante mamario. En caso de que la afectación sea más grave, hay que recurrir a la reconstrucción completa del pecho que también contempla la colocación de un implante. Por lo general, la operación se concreta en las siguientes acciones:

  • Incisión peri-areolar con la que poder remodelar la areola. Las suturas se colocan alrededor de la areola en la mayoría de los casos.
  • Liberación de la zona submamaria para poder colocar la mama en su lugar y conseguir el descenso del surco para localizarlo en su lugar natural.
  • Redistribución del volumen glandular.

¿Qué tipo de implante es el más adecuado para corregir la mama tuberosa?

Para poder corregir esta falta de distribución de volumen en el pecho, o esta «incorrecta» distribución de volumen, necesitamos un implante de mama que posea como característica principal tener una forma que compense la falta de mama allá donde queremos. La prótesis anatómica para esto es perfecta, ya que aporta más volumen en los polos inferiores, que es donde una mama tuberosa más lo suele necesitar.

Es lógico pensar que con un implante con volumen y forma de mama (y no semiesférico como la prótesis redonda) podremos conseguir mejor volumen y forma, además de unos resultados más naturales.

Analizamos un caso real de mama tuberosa corregida con aumento de pecho

En el siguiente caso se puede apreciar el cambio experimentado por la paciente, que acudió a nuestra clínica con una mama tuberosa grado II (falta de desarrollo en cuadrantes inferiores) y una areola protruyente hacia adelante (muy típica de la mama tuberosa).

Aumento de mamas en mama tuberosa. Antes

Antes de la cirugía

Aumento de mamas en mama tuberosa. Después de un mes

Después de un mes

Aumento de mamas en mama tuberosa. Después de un año

Después de un año

Nuestro abordaje del problema  fue colocar un implante mamario anatómico a medida del paciente (en este caso de 295cc), con nuestra técnica 24h Recovery, bajo el pectoral y NO ACTUAR EN LA AREOLA.

No quisimos actuar en la areola por varios motivos:

1) Existen evidencias científicas que demuestran que el abordaje periareolar, al atravesar los conductos de la mama (galactóforos), presenta unas tasas de infección y contractura capsular superiores al abordaje por el surco submamario de la mama. Procuramos no tocar la glándula mamaria del paciente a menos que sea 100% necesario.

2) Sabemos que el implante anatómico va a ir adaptando la mama a su forma especial y que poco a poco se va a producir una «normalización» de los volúmenes y forma del pecho tuberoso, incluyendo la areola protruyente.

Para ello mostramos imágenes del antes y del después, pero más importante: del postoperatorio al mes, y del postoperatorio a los 12 meses, para poder comparar cómo está la paciente tras un mes y cómo tras doce meses la prótesis anatómica ha ido modificando la mama y mejorando todos aquellos aspectos que queríamos, sin cicatrices ni intervenciones en la areola.

Evolución de un pecho con mamas tuberosas tra operarse: antes, un mes y 12 meses

Como se puede observar, han sucedido varias cosas:

1) El polo inferior de la mama se ha distendido y ha ganado volumen de manera natural donde no había. Entre el primer mes y el duodécimo del postoperatorio esta parte ha ganado mucha naturalidad.

2) El polo superior se ha relajado desde el primer mes hasta el duodécimo, generando una suave transición que da volumen pero sin la apariencia «redonda».

3) Lo más llamativo: comparando el resultado obtenido al mes con el del año, vemos como la areola SE HA APLANADO y NORMALIZADO solo por el efecto de la prótesis anatómica, haciendo desaparecer prácticamente cualquier vestigio de tuberosidad previa.

Como conclusión del análisis: para corregir las mamas tuberosas, recomendamos un implante anatómico que normalice la anatomía y permita tener un resultado natural. Para más información, contacta con el cirujano plástico, estético y reparador Dr. Sordo.