Liposucción sin cirugía

Liposucción sin cirugía: ¿Una alternativa real?

Publicado el 13 de julio de 2014

Partamos de la base de que liposucción es sinónimo de lipoescultura. Tal cual. No hay diferencia. Ambas a su vez equivalen en la mayoría de los Cirujanos Plásticos titulados a lo que conocemos como «liposucción tumescente»: la aspiración de acúmulos grasos mediante cánulas de entre 3 y 4 milímetros generalmente, tras haber introducido una solución anestésica en la zona a tratar. ¿Existe la liposucción sin cirugía?

Bien. A pesar de todo lo que circula, se lee, se dice, se publica y se promociona, la realidad una vez que eliminamos la (a menudo) gruesa capa de mercadotecnia es la siguiente: actualmente no hay ningun método / técnica / procedimiento / alternativa / tratamiento cuyos resultados puedan acercarse o sean equivalentes ni de lejos a una Liposucción Tumescente.

Analicémoslo. Para empezar, los cirujanos plásticos suponen (suponemos) un grupo de profesionales, por lo general bastante competitivo y acostumbrado a demostrar su aptitud continuamente, en constante búsqueda de nuevas tecnologías e innovación para nuestros pacientes. Si todas las alternativas «mágicas» que tanto abundan fueran reales, ¿cómo explicar que ninguna haya sido universalmente aceptada y acogida por la comunidad científica? La respuesta a la pregunta es sencilla: detrás de mucha mercadotecnia y promesas, hay mucho resultado mediocre o insatisfactorio.

Analizando las diversas alternativas de liposucción tumescente que existen, debemos reconocer que la liposucción asistida por ultrasonidos ha mostrado en algunos estudios su potencial y su utilidad. La liposucción asistida por láser, sin embargo adolece hasta la fecha de estudios que muestren que es superior a las otras técnicas.

Fuera de la cirugía, técnicas como la endermología, la mesoterapia, u otras inyecciones con objeto de disolver el tejido graso han sido o bien decepcionantes o peor, imprevisibles y con un perfil de seguridad muy cuestionable. La aplicación de dispositivos externos como el ultrasonido, la cavitación o el frío (criolipolisis) no se pueden considerar apenas como «comprobados».

La búsqueda del «Santo Grial» de la liposucción, consistente en ofrecer la cirugía sin cirugía, o la liposucción sin quirófano, ha ofrecido hasta la fecha resultados poco convincentes, desembolsos nada desdeñables, y a menudo pacientes decepcionados.